sábado, 17 de noviembre de 2012



En el extremo más septentrional de Colombia y de Suramérica, se encuentra un territorio desértico, rodeado de playa: la guajira. Sus habitantes han aprendido a aprovechar la geografía y las condiciones de terreno para dar lugar a una de las comunidades indígenas más fuertes y conservadas de América: los wayuu


Así, el paisaje es complementado por los rebaños de cabras de los indígenas y sus casas elaboradas en "yotocoro" (corteza de cactus) y bahareque, las cuales contrastan con los colores vívidos de su vestuario y tejidos.
Además de sus extensas playas y aguas tranquilas perfectas para tomar el sol y la natación, lo viajeros pueden disfrutar de los vientos para la práctica de kitesurf y de las dunas para participar en los famosos rallys de la península.
De igual manera, la exótica naturaleza se deja ver en las caminatas guiadas por los parque naturales del departamento; un excelente escenario para la práctica del                               ecoturismo y el avistamiento de aves.

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